Motoristas en Haití son escoltados por camiones blindados de la PN

Frente al Palacio Nacional, en pleno corazón de la capital haitiana, varios motoristas se reúnen en la esquina del parque que alberga la estatua de Le Marron Inconnu. Esperan impacientes el momento en que pasará uno de los camiones blindados de la Policía Nacional Haitiana para ser escoltados a toda velocidad a lo largo de la calle Paul VI.

Las bandas armadas que tienen el control del barrio Bel Air, situado a pocas cuadras de la sede del Gobierno, han creado un corredor entre ese sector y el Hospital General que atraviesa la calle Paul VI.

Los enfrentamientos entre los miembros de las pandillas y la Policía son permanentes por el control del territorio. El sonido de los disparos es algo frecuente y constante en esa zona.

Jean Paul, un hombre de 48 años, dice a EFE que los pandilleros prendieron fuego a su negocio, a su casa y a su carro hace un mes, por lo que ha tenido que irse a vivir a la casa de su madre, en otro sector.

“Perdí todo lo que tenía”, se lamenta, mientras recuerda que “en Haití todo empeoró con el asesinato del presidente (Jovenel Moise en julio de 2021), pero desde hace tres meses la situación está peor que nunca”.

La desolación es evidente en toda esa zona, que fue uno de los sectores más vibrantes de la capital, con muchas oficinas públicas. Ahora las calles lucen solitarias y abandonadas.

Al menos cuatro de los poderosos carros blindados que ha recibido la Policía están siendo usados en este imparable ir y venir por la calle Paul VI, escoltando, entre disparos, a motociclistas y camioneros que se entregan confiadamente a la seguridad que les otorga este convoy.

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