Mayoria Asesinos de Trujillo: más que héroes, fueron criminales con aspiraciones políticas y económicas

Por Rosmery Sepúlveda – Especial para El Independiente

Como dice el viejo dicho: tarde o temprano, todo se sabe. El país no sale del asombro al conocer que la mayoria de los asesinos del expresidente Rafael Leónidas Trujillo no fueron los héroes que se han querido vender a la población. Fueron  en la mayoria de los casos criminales llenos de ambición política, económica y de poder. Además, estaban patrocinados por personas ocultas que deseaban quedarse tanto con las propiedades de Trujillo como con reconocidos bienes del pueblo dominicano.

En uno de los documentos desclasificados por Estados Unidos, donde se narra la participación de la CIA en el complot para eliminar al dictador Rafael Leónidas Trujillo, se recogen testimonios de oficiales estadounidenses que formaron parte de la agencia durante los años previos y posteriores al magnicidio, así como una reconstrucción del complot y su ejecución, basada en documentos de archivo, memorias privadas y una investigación realizada por el FBI.

Los oficiales de la CIA que tuvieron interacción directa con los conspiradores estaban, al momento de la elaboración del informe, dispersos en distintas partes del mundo.

La colaboración de la CIA para sustituir al régimen trujillista fue clasificada bajo el nombre en clave «EEMADD». La fracción orientada a remover al dictador por medios violentos se identificó como «EEMADD-F». Parte de la documentación oficial nunca fue incluida en los archivos formales de la agencia, sino que fue conservada en un archivo privado por J. C. King, quien más adelante facilitó el acceso a los investigadores.

Uno de los puntos contenidos en el informe es la descripción de la estructura interna del complot, dividido en dos grandes grupos: el Grupo de Acción, encargado de ejecutar el asesinato, y el Grupo Político, cuya responsabilidad era asumir el control del país tras la muerte del dictador.

El Grupo de Acción, integrado por ocho hombres, tenía como misión eliminar físicamente a Trujillo y presentar su cuerpo como prueba para dar paso a la siguiente fase. Sus miembros fueron: Antonio Imbert Barrera, Salvador Estrella Sadhalá, el teniente Amado García Guerrero (quien formaba parte del cuerpo militar del Palacio Nacional), Antonio de la Maza (cuyo hermano había sido asesinado PARA VENGAR SU ASESINATO DE LUIS BERNADINO MIENTRAS ERA AGREGADO MILITAR EN LONDRES), Roberto Pastoriza, Pedro Livio Cedeño, Huáscar Tejeda y Manuel de Ovín Filpo, quien fue asesinado la misma noche del atentado sin llegar a participar directamente.

El Grupo Político, por su parte, estaba compuesto por figuras que debían ocupar posiciones de poder y asegurar la estabilidad institucional tras el magnicidio. Lo integraban Luis Amiama Tió, Modesto Díaz, Juan Tomás Díaz y otros oficiales de alto rango, con el respaldo del entonces secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, general Román Fernández, y su hermano Bibí Fernández.

Según el recuento contenido en el documento desclasificado, el plan estaba concebido para ejecutarse con una coordinación precisa. Una de las claves era conocer el momento exacto en que Trujillo se dirigiera a su finca de San Cristóbal sin escolta. Esa noche, el mensaje fue recibido: el dictador haría su recorrido habitual tras su caminata vespertina. Sin embargo, parte del grupo no estaba listo para actuar.

Pese a ello, Antonio de la Maza, firme en su decisión de no perder la oportunidad, insistió en que el plan debía ejecutarse de inmediato. Así se hizo. El grupo se desplegó sobre la autopista, interceptó el Chevrolet Bel Air de Trujillo y lo acribilló. El cuerpo del dictador fue retirado por los atacantes, mientras su chofer, herido de gravedad, fue abandonado.

Aunque el informe contiene una gran cantidad de detalles y fuentes, los investigadores no pudieron determinar con certeza cómo se estableció la cadena de mando dentro del grupo conspirador ni cómo fue coordinada la transición con el Grupo Político. Algunas referencias provienen del libro Trujillo: The Life and Times of a Caribbean Dictator, de Robert Crassweller, aunque se advierte que presenta imprecisiones importantes, especialmente en la identificación de los protagonistas.

Se asegura que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estuvo vinculada a la muerte de Trujillo con un primer grupo a través del señor Gianni Vicini, Donald Reid Cabral y Ángel Severo Cabral. Este grupo luego se fue ampliando.

En los documentos se detallan los nombres clave de importantes participantes dominicanos:

  • Dr. Jordi Brossa: códigos SWORD y EL CHICO.
  • Juan Gianni Vicini: códigos Mr. X, ABC y YAGUATE.
  • Luis Zaqueiro: código SOCRATES.

Según los archivos, Vicini participó en reuniones con funcionarios estadounidenses donde se discutió el apoyo logístico al complot. En una reunión con Ned Holman y Donald Reid Cabral en Nueva York, Vicini insistió en la importancia de conseguir armas sofisticadas para la operación, incluso proponiendo bombas para eliminar a Trujillo, tácticas que fueron consideradas «infantiles» por los estadounidenses.

Se evaluaron distintas posibilidades: uso de armas de fuego, granadas en intersecciones estratégicas, envenenamiento de comida o medicamentos, y colocación de una bomba detonada a distancia. Finalmente, se optó por una emboscada aprovechando los patrones predecibles de Trujillo.

El informe de la CIA pone en duda las intenciones sanas de los dominicanos involucrados. Señala que muchos no estaban motivados por establecer una república libre y democrática, sino por venganza o intereses personales. Algunos deseaban el poder político, otros querían quedarse con la fortuna de Trujillo, e incluso algunos soñaban con sustituirlo.

El documento destaca que el general Román, quien asumiría el poder tras el magnicidio, no tenía intención de permitir elecciones libres, sino que planeaba consolidarse como el nuevo «hombre fuerte» del país. También menciona a Juan Tomás Díaz, quien estaría resentido por haber sido humillado y expulsado del ejército por Trujillo. En cuanto a Antonio de la Maza, se creía, sin confirmación, que actuaba motivado por la muerte de su hermano Octavio, supuestamente ordenada por el régimen.

El informe reconoce que no se conoce con certeza la motivación de figuras como Jordi Brossa, Juan Vicini, Severo Cabral, Amiama Tió y Antonio Imbert.

LIBRO AMPLIADO DE ANGELITA TRUJILLO ARROJA DATOS QUE COINCIDEN CON INFORMES DE LA CIA.

Se da como un hecho que en la versión ampliada del libro escrita por Angelita Trujillo, hija del ex presidente, se presentan muchos datos coincidentes con los informes de la CIA. Según una publicación del periódico El Nacional, del 22 de agosto de 2023, titulada «Angelita Trujillo finalizó versión ampliada de su libro antes de morir», se detallan los siguientes aspectos:

Antes de su fallecimiento, el lunes anterior en la ciudad de Miami a causa de un derrame cerebral, Angelita Trujillo Martínez, hija de Rafael Leónidas Trujillo, acababa de finalizar una versión ampliada y corregida de su polémico libro Trujillo, mi padre, en mis memorias.

Angelita, quien también era madre de Ramfis Trujillo, actual presidente del Partido Esperanza Democrática (PED), aprovechó esta nueva versión para revelar datos inéditos y aclarar hechos del gobierno de su padre. Se recuerda que años atrás una jueza de la República Dominicana prohibió la publicación de dicha obra. La decisión fue adoptada por la jueza Katia Gómez Germán, de la Quinta Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional.

Comparte esto!