Los datos del nuevo estudio son contundentes: si el Estado dominicano no emprende reformas profundas al sistema de pensiones, se avecina una crisis social de gran magnitud. El Banco Mundial y SIPEN instan a rediseñar el modelo actual, equilibrando la sostenibilidad fiscal con una mayor cobertura y justicia previsional.
El informe propone alternativas como: mejorar la fiscalización de las cotizaciones, incentivar el empleo formal, establecer aportes solidarios para los trabajadores con lagunas contributivas y crear un sistema de pensión básica universal.
Especialistas en seguridad social advierten que posponer las decisiones solo agravará la situación. Si bien el Estado no puede asumir toda la carga financiera, tampoco puede permitir que el sistema siga excluyendo a la mayoría de los ciudadanos. De no actuar con urgencia, la pobreza en la vejez será una realidad cotidiana para millones de dominicanos en las próximas décadas.