WASHINGTON. — Fue una declaración sorprendente sobre uno de los pilares de la democracia estadounidense, más aún dada su fuente.
El presidente Donald Trump dijo la semana pasada públicamente y sin evidencia que la elección presidencial de 2020 será “la más corrupta en la historia de nuestro país”.
“No podemos permitir que esto suceda”, dijo Trump a una audiencia de jóvenes partidarios en una megaiglesia de Phoenix. “Lo desean demasiado”.
A cuatro meses de las elecciones, el presidente está intensificando sus esfuerzos para poner en duda la integridad del proceso electoral.