Kimberly Cheatle, la jefa del Servicio Secreto estadounidense, admitió este lunes 22 de julio ante el Congreso que el intento de asesinato del expresidente Donald Trump supuso el «mayor fallo operativo» de la agencia «en décadas».
«Fallamos», reconoció este lunes 22 de julio Kimberly Cheatle, la jefa del Servicio Secreto estadounidense, ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, sobre la labor de esa agencia frente al atentado contra el exmandatario Donald Trump el pasado 13 de julio.
La funcionaria asumió «la responsabilidad completa» por los acontecimientos del 13 de julio, cuando se produjo el intento de asesinato, y aseguró que están cooperando con las investigaciones en curso sobre el atentado.
Cheatle hizo estas declaraciones en el marco de una audiencia ante un comité de la Cámara Baja sobre la labor del Servicio Secreto frente al intento de asesinato de Trump, luego de que fuera alcanzado por una bala en la oreja derecha, durante un mitin en Butler (Pensilvania).
Algunos testigos habían alertado desde dos minutos antes de los disparos de la sospechosa presencia del tirador, un joven de 20 años cuyos motivos aún se desconocen y que fue abatido minutos después por agentes del Servicio Secreto.
Las dudas en torno a Cheatle
Este lunes, Cheatle se negó a responder a preguntas concretas sobre el plan de seguridad del día formuladas por republicanos y demócratas, afirmando que el asunto se está investigando internamente.
A lo largo de la sesión, los republicanos protestaron en reiteradas ocasiones por la negativa de la jefa del Servicio Secreto de responder las peticiones de la bancada del partido de Donald Trump.
Cheatle dijo que la seguridad para el expresidente había aumentado antes del tiroteo.
Por el momento, la directora de la agencia encargada de velar por la protección de los líderes políticos más importantes de Estados Unidos, resiste a los embates de varios senadores del Partido Republicano como Mike Johnson, vocero de la Cámara de Representantes, y el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, quienes han pedido que dimita del cargo.
A su vez, Ro Khanna, representante del Partido Demócrata, también pidió a la funcionaria que renuncie. “Si se atenta contra un presidente, un ex presidente o un candidato, hay que dimitir”, dijo el demócrata por el estado de California.
El presidente del comité, el republicano, James Comer, preguntó a Cheatle: «¿El Servicio Secreto tuvo en algún momento un agente en el tejado?», a lo que la directora respondió: «Estamos a solo nueve días de este incidente y aún hay una investigación en curso».
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Las fallan que ponen en duda al Servicio Secreto
El Comité Judicial de la Cámara de Representante sostuvo la semana pasada que tiene pruebas de que el Servicio Secreto no dispuso los recursos adecuados para el mitin de Trump en Butler.
Esto se debería a la escasez de personal de la agencia gubernamental derivada de dos eventos de gran magnitud: un acto de la campaña demócrata llevado a cabo en Pittsburgh por Jill Biden y la cumbre de la OTAN celebrada días antes en Washington.
Por su parte, Cheatle explicó a los legisladores que la agencia que dirige protege diariamente a 36 personas, así como a líderes mundiales que visitan Estados Unidos.
Sin embargo, las explicaciones de la funcionaria no dejaron satisfechos a legisladores de ambos partidos. Jamie Raskin, uno de los demócratas de mayor rango en el comité, preguntó: «¿Cómo puede un joven de 20 años, con un fusil de asalto AR-15 de su padre, subirse a un tejado con una línea de visión directa de 150 yardas al podio del orador sin que el Servicio Secreto o la Policía local lo detengan?».