Milei estrecha lazos con Trump mientras el mundo reacciona a los nuevos aranceles de EE.UU.

Mientras Europa y China preparan represalias por los nuevos aranceles de Estados Unidos, y México intenta reducir el impacto, Javier Milei celebra. El presidente argentino viajó a toda velocidad a Mar-a-Lago, el club privado de Donald Trump, para recibir un premio por su agenda libertaria y, con suerte, cruzarse con su referente político.

Desde el escenario, Milei gritó: “¡Hagamos a la Argentina grande de nuevo!”, adaptando el famoso lema de Trump. El encuentro o más bien la expectativa de uno marcó su cuarto intento de reunirse cara a cara con el expresidente republicano desde que este ganó las primarias.

Aunque Milei se muestra como uno de los aliados más fieles de Trump en la cruzada contra la izquierda progresista, los analistas advierten que la relación aún no se traduce en beneficios concretos para Argentina.

“Tiene una relación que le sirve políticamente, pero aún no logra que eso impacte positivamente en la economía del país”, explicó Marcelo García, de la consultora Horizon Engage.

En línea con el discurso de Trump, Milei ha copiado varias de sus decisiones: salió de la OMS, amenazó con dejar el Acuerdo de París, y prohibió tratamientos de cambio de género en menores, como hizo Trump con los atletas trans. Incluso promovió una criptomoneda inspirada en Trump, lo que le generó críticas y pérdida de apoyo local.

En la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), le regaló a Elon Musk una motosierra como símbolo de sus políticas de recorte. Así, se posiciona como una figura destacada de la derecha global.

Más allá del show, Milei viajó con otro objetivo: conseguir apoyo para un nuevo préstamo del FMI por 20.000 millones de dólares. Esa ayuda es clave para sostener sus reformas económicas en medio de una crisis de reservas en divisas.

Aunque ya utilizó sus poderes para saltear al Congreso en el acuerdo, las negociaciones con el organismo siguen abiertas. Milei y su ministro de Economía partieron rumbo a EE.UU. con la esperanza de lograr un adelanto de esos fondos.

Pese a las expectativas, la ansiada foto con Trump nunca apareció. Aunque se esperaba un encuentro “informal”, Trump llegó tarde a Mar-a-Lago, después de un evento en uno de sus campos de golf.

La oficina presidencial no confirmó ni desmintió si hubo reunión, y el silencio generó burlas en redes. La expresidenta Cristina Kirchner fue una de las que se mofó:

“Pensé que iba a encontrar en la tele la foto que fuiste a buscar con tu ‘amigo’ Trump. Qué manera de boludear y gastar plata al divino botón”.

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