Distrito Nacional – El anuncio de que más de 87,000 trabajadores haitianos han sido incluidos en el sistema formal a través de permisos laborales marca un hito en la política migratoria de República Dominicana. Esta decisión, impulsada por el gobierno en conjunto con el sector construcción, busca ordenar y legalizar una realidad que ya existe desde hace décadas.

“La construcción no puede detenerse, y estos permisos nos ayudan a seguir operando legalmente”, afirma Manuel Rodríguez, ingeniero a cargo de varias obras en Santo Domingo. Pero también reconoce que es necesario ir más allá del trámite: “Queremos reglas claras, pero también que se protejan los derechos de estos trabajadores”.

El Ministerio de Trabajo ha prometido reforzar la supervisión, mientras que algunos sectores ven esta medida como una oportunidad para repensar el modelo laboral, la dependencia de la mano de obra migrante y las condiciones estructurales de precariedad.