Presentados de múltiples formas, los medicamentos antiulcerosos son de los fármacos más utilizados en España. Su denominación popular (protector gástrico o protector de estómago) invita al consumo. Pero su uso continuado puede provocar importantes efectos adversos. El Departament de Salut ha empezado por estos fármacos una campaña para reducir la medicación inadecuada, especialmente en personas que presentan criterios de fragilidad.

Omeprazol, lansoprazol, pantoprazol, rabeprazol, esomeprazol y otros muchos similares son inhibidores de protones, fármacos que reducen la cantidad de ácido en el estómago, fortalecen la barrera de defensa de la mucosa gástrica y se utilizan en diferentes enfermedades digestivas. Pero la población también los ha adoptado de forma indiscriminada ante un dolor de estómago o contra los excesos de comida o bebida. “Esta terminología (protector gástrico) promueve una falsa sensación de seguridad, dando la impresión equivocada de que se trata no solo de un medicamento inocuo, sino de que su consumo es siempre positivo”, argumenta Anna Bonet, directora de Farmacia del Institut Català de la Salut (ICS).