El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo bielorruso, Alexandr Lukashenko, abordaron este viernes el caso de los 33 presuntos mercenarios rusos detenidos a finalees del mes pasado en Minsk, en una conversación telefónica mantenida por iniciativa de la parte rusa, informó el Kremlin.

“Se llevó a cabo un intercambio de opiniones en relación a la reciente detención de 33 ciudadanos rusos en el territorio de la República (Bielorrusia)”, señaló la Presidencia de Rusia en un comunicado.

Según el Kremlin, en la conversación de los mandatarios, la primera que mantienen tras la detención de los rusos, “se expresó la seguridad de que esta situación será solventada en el espíritu de entendimiento que caracteriza la cooperación entre ambos países”.

Las fuerzas de seguridad bielorrusas detuvieron la pasada semana a 32 de los rusos en un sanatorio en las afueras de Minsk, mientras que el restante fue capturado en el sur de la república.

Tras las detenciones, el secretario de Estado del Consejo de Seguridad de Bielorrusia, Andréi Ravkov, aseguró que Minsk busca además a otros 200 supuestos mercenarios rusos.

Minsk sostiene que los supuestos mercenarios tendrían la misión de desestabilizar la situación en el país de cara las elecciones presidenciales del próximo día 9, lo que ha sido negado rotundamente por las autoridades rusas.

Muchos detenidos, miembros presuntamente de la compañía militar privada rusa Wagner, combatieron, según Kiev, en el este de Ucrania en el bando de los separatistas prorrusos, por lo que Ucrania ha solicitado su extradición.

En la conversación de hoy, según el comunicado, Putin le manifestó a Lukashenko que “la parte rusa está interesada en que en Bielorrusia se mantenga una situación política estable y en que las elecciones presidenciales que se avecinan se desarrollen en un clima de tranquilidad”.

Además, la Presidencia de Rusia indicó que abordaron “asuntos de actualidad relativos al desarrollo de las relaciones fraternales ruso-bielorrusas”.