La fiscal titular del Distrito Nacional, Rosalba Ramos, calificó como «preocupante y sin precedentes», la proliferación de campañas de difamación, chantaje y ataques personales a través de redes sociales y plataformas digitales por parte de personas que se hacen pasar por comunicadores.
Ramos explicó que la investigación que encabeza su despacho no surge solo del ruido mediático o la presión de casos puntuales, sino de una inquietud profunda sobre el deterioro de la vida pública y privada provocado por una dinámica digital tóxica, que ha cruzado límites legales y éticos.
“Estoy muy preocupada por esta situación, sobre todo porque hay una parte que tal vez la mayoría de las personas no ve, que es cómo emocionalmente este tema está destruyendo vidas y familias”, afirmó en una entrevista en le programa Hoy Mismo.
“Se ha ido más allá del cuestionamiento público legítimo y se ha llegado al daño personal, emocional y mental, incluso a menores de edad que no tienen por qué cargar con lo que se dice de sus padres en los medios”.
Desde su rol como una de las “patas del sistema de justicia”, la fiscal observa con alarma cómo este fenómeno ha escalado.
