“La verdad es que yo estuve bien enamorada de Silvio [Rodríguez] (…); él también se enamoró de mí”, dijo Achterberg en medio de una serie de confesiones sobre su vida sentimental.
Debido a la sorpresa del resto de los presentadores de “La Divina Comida” ante la revelación realizada por la actriz, ella ofreció más detalles sobre sus vínculos con el artista cubano.
Dijo que se conocieron en una reunión de artistas, donde le pidió al trovador que le firmara un cuaderno. “Lo conocí en una reunión, en un asado que había de puros artistas en la Viña Concha y Toro. Fui porque quería conocerlo, que me firmara el cuaderno”, detalló. “Me escribió: ‘Para Úrsula no algo, si no todo’. Me pidió mi teléfono y yo dije ‘Nunca me va a llamar’ y al otro día me llamó”.
“Al otro día [del encuentro] me llamó por teléfono, nos juntamos, comimos juntos, tuvimos algún encuentro romántico por ahí, cosa que a mi familia no le gustó nada”, reconoció. No obstante, justificó que nunca fue abusada por el cubano.
“No puedo decir nada, él no fue un abusador, todo lo contrario. Me hacía conciertos privados que eran una maravilla, era una persona muy delicada, con mucha sabiduría en algunos aspectos”.
El cantautor recogió la historia que supuestamente vivieron en la canción Quien fuera, específicamente en la parte donde dice «corazón que se esconde».
«No fue una cosa violenta para mí, no fui traumatizada para nada. Lo que pasa es que me enamoré hasta las patas», dijo.
Una relación entre un hombre de 40 años y una adolescente de 15, es no solo desproporcionada sino abusiva. Es lo que se ha destapado en Chile acerca de una relación del cantautor cubano Silvio Rodríguez, con la hoy actriz de 47 años Ursula Arschterberg.
Corría el año 1990. Se acababa de desmoronar la Unión Soviética y Fidel Castro pedía, como siempre, austeridad. Silvio acaba de llegar a Chile el 29 de marzo. Lo acompañaba una comitiva, entre ellos el periodista cultural del Granma, Pedro de la Hoz.
El pasado sábado 30 de julio Ursula lanzó el misil mientras participaba en calidad de anfitriona, junto a Juan Pedro Verdier, Julio Milostich y Solange Lackington en el programa La Divina Comedia, de Chilevisión. “Le di mi teléfono y pensé que nunca me llamaría pero lo hizo”, confesó la actriz que ha sido una de las protagonistas de la televisión chilena desde los años 90, cuando hizo telenovelas como «Fuera de control» (canal 13, 1999).
“La verdad es que yo estuve bien enamorada de Silvio [Rodríguez] (…); él también se enamoró de mí”, dijo Achterberg en medio de una serie de confesiones sobre su vida sentimental.
Debido a la sorpresa del resto de los presentadores de “La Divina Comida” ante la revelación realizada por la actriz, ella ofreció más detalles sobre sus vínculos con el artista cubano.
Dijo que se conocieron en una reunión de artistas, donde le pidió al trovador que le firmara un cuaderno. “Lo conocí en una reunión, en un asado que había de puros artistas en la Viña Concha y Toro. Fui porque quería conocerlo, que me firmara el cuaderno”, detalló. “Me escribió: ‘Para Úrsula no algo, si no todo’. Me pidió mi teléfono y yo dije ‘Nunca me va a llamar’ y al otro día me llamó”.
“Al otro día [del encuentro] me llamó por teléfono, nos juntamos, comimos juntos, tuvimos algún encuentro romántico por ahí, cosa que a mi familia no le gustó nada”, reconoció. No obstante, justificó que nunca fue abusada por el cubano.
“No puedo decir nada, él no fue un abusador, todo lo contrario. Me hacía conciertos privados que eran una maravilla, era una persona muy delicada, con mucha sabiduría en algunos aspectos”.
El cantautor recogió la historia que supuestamente vivieron en la canción Quien fuera, específicamente en la parte donde dice «corazón que se esconde».
«No fue una cosa violenta para mí, no fui traumatizada para nada. Lo que pasa es que me enamoré hasta las patas», dijo.