El Coronel Piloto Manuel Abad García Lithgow, quién lleva más de 33 años al servicio de la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FARD), quedó posicionado este lunes como comandante de la Base Aérea de la provincia Puerto Plata.
En un solemne acto en la referida provincia, el Comandante General de la FARD, Mayor General Piloto, Leonel Amílcar Muñoz Noboa, posicionó a García Lithgow en su nuevo cargo, en sustitución del Coronel Severiano Santana.
“En esta ocasión hemos recibido el banderín de este comando, como símbolo de mando de esta unidad, y hacemos el compromiso de seguir siendo el bastión de sable restaurador de Gregorio Luperón, oriundo de esta tierra”, dijo el militar en su discurso de aceptación.
Asimismo, García Lithgow destacó el trabajo realizado por el comandante saliente, alegando que “será un gran reto” igualar los objetivos alcanzados por Severino, para así lograr que la base permanezca como la principal unidad militar operacional y que funja como un brazo de apoyo a la población civil residente en Puerto Plata y zonas aledañas.
El coronel aseguró a los soldados y oficiales bajo su mando que serán “los guardianes de los medios con que cuentan para el buen manejo de esa base aérea” y que junto a su equipo de trabajo está planificando la forma de garantizarles una mejor calidad de vida.
García Lithgow ingresó a la FARD como aspirante a cadete en 1987 y su espíritu de entrega, honestidad, integridad, lealtad y patriotismo lo llevaron a ganarse, con mucho esfuerzo y grandes sacrificios personales, todos sus ascensos en la escala jerárquica militar de esa entidad.
El uniformado ha cursado alrededor de cuarenta cursos especializados a nivel nacional y en el extranjero, que van desde “intercambio de manejo de información durante operaciones desastres” y “guerra contra insurgencia contemporánea”, hasta programas antiterrorismo.
Asimismo, ha sido galardonado con el Gran Cordón Policial Juan Pablo Duarte en dos ocasiones (1962, 1997), Medalla de Certero con Fusil M-16 (1995); Orden del Mérito Aéreo con Distintivo Blanco (1999); Señor Piloto (2005); tres Pergaminos por sus décadas de servicios prestados a la FARD (2007, 2012, 2017); la condecoración Santos Dumont (2013) y la medalla de Pacificador.
García Lithgow ha participado en múltiples misiones diplomáticas y formativas en el extranjero, incluyendo una en Alabama, Estados Unidos, donde fue “graduado distinguido” en Comando de Escuadrón, y otras dos en Chile y Brasil, razón por la cual hoy el el Escuadrón de Combate de la Base Aérea de San Isidro cuenta con aviones A-37B (Dragonfly) de ataque aire-tierra, el T-35B ¨Pillan¨ de fabricación Chilena para entrenamiento y el avión multipropósito A-29B (Súper Tucano).
Cuenta su madre Melba, que desde que tenía doce años de edad, Babacito, como le llama cariñosamente, sabía que se iba “a enganchar” a la filas de las FARD, con todo y que ella se opuso rotundamente por la aprehensión que le había dejado la cruenta tiranía de Trujillo.
“Pasamos años luchando… cuando terminó el bachillerato me dijo que él se iba a enganchar y aprovechó un viaje mío a Estados Unidos a cuidar a mi primera nieta, encontré que don Babacito se había inscrito como cadete”, recordó la señora con orgullo y voz entrecortada.
Pues desde aquel enero del 87, García Lithgow ha honrado con integridad todos y cada uno de sus cargos, “porque un día levanté la mano derecha y juramenté por la patria, dándole un beso a la tricolor”, pone el nuevo comandante en su bio de Twitter.