La apertura gradual de la economía dominicana es necesaria, pero requiere garantizar algunas condiciones que eliminen los riesgos de impulsar la propagación del COVID-19 y que contribuyan a superar la crisis sanitaria en curso”. Así lo explicó Celso Juan Marranzini, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana, valorando positivamente el esfuerzo y dirección de las autoridades dominicanas ante la actual pandemia
“Necesitamos ir abriendo más nuestra economía para salvar miles de empleos y como una forma de garantizar la permanencia de miles de empresas de todo tamaño, de contribuir al bienestar y a la paz social”, afirmó Marranzini.
Dijo que las estadísticas presentadas por las autoridades indican que estamos marchando bien, pero que es primordial la plena conciencia de toda la ciudadanía de que solo unidos ante un mismo propósito podemos superar esta crisis y evitar que se profundicen los efectos económicos adversos.
Un compromiso ciudadano
Marranzini indicó que en todas partes del mundo la superación de la crisis del coronavirus es un compromiso de los estados, pero es también un compromiso ciudadano. Aseguró que la gente lo quiere hacer bien y se esfuerza por hacerlo bien.
“Hoy, en el Día de la Ética Ciudadana, es bueno precisar que el compromiso para superar esta pandemia es también un compromiso ético ciudadano. Si las personas vulnerables se quedan en casa, si los que sospechan de estar expuestos al virus se quedan en casa, si los que pueden salir hacen uso de mascarillas todo el tiempo, si mantienen un distanciamiento de por lo menos dos veces su estatura de otras personas, si se mantiene el lavado frecuente de manos e higiene con desinfectantes las superficies, entre otras medidas recomendadas por las autoridades… si hacemos de esta una causa de todos, ganaremos la batalla, podremos reactivar la economía sin impulsar la propagación del virus”, expresó esperanzado el presidente de la AIRD.
En esa dirección indicó que también es necesario rechazar, denunciar y castigar las conductas imprudentes – sean individuales o colectivas- que ponen en peligro a la familia, a la comunidad, a la vida de las personas “y que retrasan la salida de esta situación. En ese sentido, condenamos enérgicamente actos de irresponsabilidad como el exhibido en Puerto Plata el domingo pasado. Debe haber un régimen de consecuencias para entidades y ciudadanos que atenten con la vida de personas y con alargar el tiempo necesario para reactivar la economía. Actos como este no pueden ocurrir más.
Desde la AIRD se ha contribuido con diversas campañas que fortalecen la responsabilidad ciudadana. Marranzini afirmó que es necesario levantar todo un movimiento de educación que fortalezca la determinación social de salir de esta pandemia, “Porque los dominicanos somos solidarios y queremos hacer las cosas bien “.
Aseguró que es necesario y posible ir implementando un plan de activación económica, como se ha hecho en otros países, dando prioridad a las cadenas de valor que más empleos y valor agregado nacional generen, como la industria de la construcción, pero basados en protocolos de operación que garanticen la seguridad de los colaboradores ante la amenaza del coronavirus.
Para Marranzini es muy importante que el Estado continúe garantizando un ingreso mínimo a los desempleados, a los trabajadores del sector informal, de modo que puedan subsistir mientras se dinamiza la economía.
Mirar más lejos
Marranzini expresó que a la vez que se dan pasos inmediatos, es necesario mirar más lejos.
En ese sentido, es importante continuar profundizando las medidas que inyectan liquidez de forma blanda a las empresas para que puedan mantener empleos, pagos a proveedores y acreedores, de manera que se preserve el tejido productivo del país, hoy amenazado por esta pandemia del Covid19.
“Mientras es superada la crisis, aspiramos a reposicionar el país como la economía más competitiva, de mayor crecimiento y estabilidad en la región, asegurando en las exportaciones un mayor dinamismo incluso que el mostrado antes de la pandemia. No debe faltar, además, una agresiva política de atracción de inversiones hacia la industria, las zonas francas, el turismo y la minería, para lo cual se requieren condiciones estables y garantías jurídicas.
Afirmó que un elemento importante es el desarrollo de grandes planes de construcción de infraestructura, de viviendas, acueductos, plantas de tratamiento de aguas residuales, entre otras, “de modo que sirvan al doble propósito de reactivar la economía y de responder a requerimientos de orden social, ambiental y de infraestructura necesaria para el desarrollo económico”.
“Necesitamos un plan-país, necesitamos consenso, necesitamos mirar en la misma dirección, necesitamos avanzar con prudencia, pero avanzar, necesitamos sentir y asumir que este es un desafío de nación”, sentenció Marranzini