Aunque el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reconoce que República Dominicana es un referente económico para América Latina y el Caribe, refiere que persisten brechas y desafíos en temas como productividad, servicios básicos, tributación, y cambio climático, que son una amenaza latente para el futuro de la nación.
El organismo señala la necesidad de adoptar una estrategia que garantice crecimiento sostenible, inclusivo y resiliente, y para la misma propone tres pilares fundamentales: acciones para el bienestar de la gente, compromiso público-privado, y modernización de sectores estratégicos.
En su análisis, el BID expone que entre los principales desafios que enfrenta el país se encuentra el bajo incremento de la productividad, que entre 2010 y 2022 apenas tuvo una variación de 0.7%. Igual, señaló el rezago en materia de educación y salud primaria, la limitación del gasto público y la inversión, condicionado por los ingresos del Estado, que apunta como de los más bajo de la región.
«El 41.8% de los dominicanos hace parte de la población vulnerable, es decir, gran parte de las personas están en riesgo de caer en la pobreza, lo que puede ocurrir con un choque económico o por falta de preparación ante un fenómeno natural. La amenaza es latente, pues el país ocupa el puesto 12 entre 181 naciones en el Índice de Riesgo Climático Global 2019», sostiene el BID en su reciente publicación Panorama de Oportunidades República Dominicana, de la autoría de Steve Brito y Juan Carlos López.
Los analistas del BID indican que en el país se requiere potenciar el bienestar y las capacidades de las y los dominicanos, desde la infancia hasta la vejez, fomentando el desarrollo de habilidades para lograr un desempeño exitoso.
Asimismo, expone que es necesario fortalecer las condiciones que permitan al sector público y al privado ofrecer servicios de calidad a la población, impulsando la innovación de las empresas y generando oportunidades productivas y empleos de calidad, así como el cuidado de los activos naturales.