Por: Jesús -Belén- de la Cruz
Director
Se expande, como fuego en hojas secas en tiempo de otoño, la teoría del virólogo francés Luc Antoine Montagnier, miembro de cinco Academias de Ciencias en el mundo y ganador del Premio Nobel de Medicina 2008 y por su trabajo sobre el VIH, quien asegura que el virus SARS-CoV-2 que causa el Covid-19 fue creado en un laboratorio, insertando en un Coronavirus, genes del VIH-1, virus productor del sida.
Para fundamentar su teoría, el científico francés ha dicho en varias entrevistas que “hemos llegado a la conclusión de que este virus fue creado”. Estos argumentos toman fuerza, toda vez que Montagnier es considerado en el mundo de la ciencia médica como un gran catedrático, su destacada participación en la investigación que condujo al descubrimiento del virus del VIH, así lo demuestra.
La tesis de Montagnier, expresa que “biólogos moleculares” insertaron secuencias de ADN del VIH en un Coronavirus, como parte de su trabajo para encontrar una vacuna contra el sida y sin proponérselo crearon lo que hoy se ha convertido en la pandemia mundial que tiene a todos los gobiernos de rodillas.
Las inflexiones del biólogo investigador han abierto una guerra de opiniones a favor y en contra; hasta el punto de que China y Estados Unidos se acusan mutuamente de ser los creadores del Covid-19, virus que se ha convertido en una terrible enfermedad pandémica mundial. Ahora, está por definirse si se trató de una estrategia bacteriológica o un simple error científico al azar.
Entre todas las teorías y guerra de opiniones sobre el tema, la OMS cree que el coronavirus “tiene un origen animal” y que no hay evidencias de que haya sido manipulado en un laboratorio chino.
El tema adquiere otros matices, dado que la OMS no las tiene todas a su favor, al organismo mundial en el año 2010 el Consejo de Europa, el British Medical Journal (BMJ) y una organización de periodistas la acusaron de declarar como pandemia la gripe H1N1 motivado por laboratorios farmacéuticos internacionales, donde se señala la empresa suiza Roche y la británica GlaxoSmithKline (GSK).
Contra viento y marea, Luc, quien inició sus investigaciones sobre virología en 1967, insiste en que el Covid-19 no es natural, porque, según él, “ha habido una manipulación del virus: al menos una parte, no la totalidad. Dice que hay un modelo, que es el virus clásico, que proviene principalmente de los murciélagos, pero al que se han agregado secuencias de VIH”.
Para el polémico maestro, el Covid-19 es fruto del esfuerzo de profesionales, de biólogos moleculares y que el mismo ha sido un trabajo muy meticuloso; aunque a la vez dice que desconoce los motivos para arribar a tal creación, porque esos científicos trabajaban en la elaboración de una vacuna contra el sida.
Montagnier, para fortalecer su teoría, citó el estudio de un grupo de investigadores del Instituto Indio de Tecnología de Nueva Delhi, quienes hallaron un parecido extraño y que tiene pocas posibilidades de ser fortuito en las secuencias de aminoácidos de una proteína de SARS-CoV-2 y el de VIH-1.
Siendo coherente con sus criterios, el científico argumenta que las partes del virus en las que se insertó VIH están mutando rápidamente, provocando su autodestrucción. Razón por la cual, según su opinión, lo que vemos es que, en el oeste de los Estados Unidos, en Seattle, las secuencias están destruidas, prácticamente inexistentes.
En contraposición a Montagnier, el científico Olivier Schwartz, jefe del departamento de virus e inmunidad del Instituto Pasteur de Francia, dice que “los estudios sobre los genes del virus muestran claramente que no fue un virus producido por seres humanos en un laboratorio”.
Para Schwartz, “el profesor Montagnier difunde teorías caprichosas, expresa que el “SARS-CoV-2, virus que causa la enfermedad Covid-19, no fue creado en el laboratorio. Según sus conclusiones, esto lo vemos al estudiar el patrimonio genético del virus, el que ha sido secuenciado por equipos chinos y luego verificado en muchos otros laboratorios, incluido el Instituto Pasteur, que fue el primero en Europa en hacerlo”.
En la misma dirección, el experto Jean-Francois Delfraissy, inmunólogo y jefe del consejo científico que asesora al gobierno francés sobre la pandemia de la COVID-19, sostuvo en una entrevista con la BFM TV, de Francia, que “la hipótesis de que se creó un virus en un laboratorio, suena a una visión sobre una conspiración que no se relaciona con la ciencia real”.
Jean-Francois dice que “todos en la comunidad científica están de acuerdo en que la Covid-19 es un coronavirus, pero que, de vez en cuando hay coronavirus diferentes de los demás, al igual que el SARS y el MERS con una patogenicidad que ha aparecido”.
Tal como se observa, tal vez la lucha de intereses no permita que en estos momentos se arroje luz sobre este tema tan conflictivo. Aunque varios expertos insisten que el brote podría haberse originado en el mercado húmero de Wuhan, lo cierto es que el origen del coronavirus sigue siendo un misterio.
Las teorías sobre un posible origen humano del coronavirus, se han multiplicado después de que trascendiera que las agencias de inteligencia de Estados Unidos investigan si el virus podría haber salido accidentalmente del Instituto de Virología de Wuhan, que alberga el Centro de Cultivo de Virus, el banco de virus más importante de Asia, donde se preservan más de 1,500 variedades.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo que “cada vez más estamos oyendo esta historia” y que su Gobierno lleva a cabo una “investigación en profundidad”.
De acuerdo con Fox News, que citó a fuentes del Gobierno estadounidense, el “paciente cero” de la pandemia podría haber sido infectado por una variedad de virus de un murciélago, que estaban estudiando en el laboratorio y que luego pasó a la población de Wuhan.