Si queda alguna lealtad en los deportes, los Medias Rojas tendrán la oportunidad de demostrarlo con Xander Bogaerts en los próximos 12 meses.
Pero en realidad, lealtad es una palabra tonta para usar en los deportes.
Los Medias Rojas, al igual que otros equipos profesionales que se han vuelto tan valiosos que solo hay un puñado de personas en el mundo lo suficientemente ricas como para poseer uno, tienen una prioridad y una sola prioridad: maximizar el potencial de ganancias. El cierre patronal de los propietarios de la temporada 2022 lo ha demostrado una vez más.
Es por eso que los Medias Rojas redactaron la documentación de inmediato en abril de 2019, cuando Bogaerts hizo que su agente, Scott Boras, le dijera al ex jefe de los Medias Rojas Dave Dombrowski que quería una extensión y que estaba dispuesto a tomar un descuento para quedarse en Boston.
Un trato hecho. Los Medias lo extendieron por 20 millones de dólares la temporada.
En tres años desde entonces, los campo cortos han firmado contratos con salarios promedio anuales de $34.1 millones (Francisco Lindor), $32.5 millones (Corey Seager), $25 millones (Marcus Semien), $24.3 millones (Fernando Tatis Jr.) y $23.3 millones (Javier Báez).