El COVID-19 se cobra cuatro millones de vidas y enturbia los Juegos Olímpicos

Los Juegos Olímpicos de Tokio se celebrarán bajo un estado de emergencia anunciado este jueves por Japón ante el repunte de casos de covid-19, que ya dejó más de cuatro millones de muertes en el mundo, según un recuento de AFP.

«Vamos a declarar el estado de emergencia en Tokio», dijo el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, a solamente dos semanas de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, que tendrán lugar del 23 de julio al 8 de agosto.

Esta medida se prorrogará hasta el 22 de agosto y fue justificada por las autoridades por el continuo aumento de infecciones de coronavirus en la capital japonesa, concretamente de la variante Delta, cuya rápida propagación tiene en alerta a todo el mundo.

El estado de emergencia en Japón es menos estricto que los confinamientos impuestos en otros países, pero implica limitar al 50% el aforo de los recintos deportivos, con un límite máximo de 5.000 espectadores.

Se trata de un aspecto clave para los Juegos de Tokio que fueron aplazados el año pasado por la pandemia y que acogerán unos 11.000 deportistas de 200 países.

Los Juegos Olímpicos de Tokio siguen en marcha, pese a que Japón está en estado de emergencia por el COVID-19. (Fuente externa)

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, llegó este jueves a Japón para tratar esta cuestión con el comité organizador local, representantes del gobierno japonés y del municipio de Tokio.

También en el plano deportivo, los Juegos del Sudeste Asiático previstos en noviembre en Vietnam fueron aplazados a 2022, según afirmó Varin Tansuphasiri, miembro tailandés del Consejo de los Juegos.

Cuatro millones de muertes

La variante Delta, identificada por primera vez en India y considerada más contagiosa que el resto, está causando una aceleración de la pandemia en el mundo, que ya registra más de cuatro millones de víctimas mortales, según un recuento de AFP a partir de datos oficiales.

Además, el número de contagios supera los 185 millones, según los balances oficiales que, en opinión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pueden ser muy inferiores a la realidad.

La media diaria de decesos en la última semana ha sido de 7.870 y sigue retrocediendo poco a poco. La cifra de fallecidos está lejos de los 13.700 decesos por día registrados a finales de abril y principios de mayo.

Sin embargo, las nuevas infecciones crecen tras casi dos meses de descenso (405.000 de media diaria, +9% intersemanal) por los repuntes en países como Reino Unido, Indonesia y Rusia, castigados de lleno por la variante Delta.

En el hospital Mariinskaia de la ciudad rusa de San Petersburdo, la «zona roja» destinada a pacientes covid tiene casi todas sus 760 camas ocupadas. En apenas media hora en cuidados intensivos, los cuerpos de dos pacientes fueron retirados en bolsas mortuorias negras.

Pero «afortunadamente, la mayoría de los pacientes se salvan», dice el jefe del servicio, Pavel Ermakov.

En Indonesia, con su sistema de salud desbordado, muchos ciudadanos acuden a la ivermectina, un tratamiento antiparasitario publicitado por algunas personalidades como remedio ante el covid a pesar de las recomendaciones oficiales contra este producto.

«Ya no tenemos (ivermectina) porque muchos clientes han venido a comprarla», afirmó a la AFP Yoyon, responsable de una asociación profesional de farmacéuticos de Yakarta que, como muchos indonesios, tiene un solo nombre.

Vacunas en el Titicaca

La incursión de la variante Delta está haciendo reconsiderar el levantamiento de restricciones aplicado en la Unión Europea gracias al avance de la vacunación.

Así, Francia recomendó a sus ciudadanos no viajar en el verano boreal a Portugal y a España, donde esta cepa está disparando los contagios entre la población joven no vacunada.

En América Latina y el Caribe, la región del mundo con más muertes por el virus con casi 1,3 millones, siguen los esfuerzos para acelerar la inmunización.

Navegando en pequeñas lanchas por el lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, brigadistas peruanos están haciendo llegar vacunas chinas Sinopharm a cientos de indígenas que viven en las islas flotantes de los Uros.

«Como enfermera me siento muy satisfecha por haber venido a Uros. Está alejado, pero llegamos para que todos tengan acceso a la vacunación», dijo a la AFP Densy Suasaca, que fue recibida por pobladores ataviados con sombreros y trajes tradicionales.

Según el recuento de AFP, 43 de cada 100 personas en el mundo han recibido al menos una dosis anticovid, pero existen fuertes disparidades entre continentes como África (3,84) o Europa (71).

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