Nadie sabía de quién era el funeral ese día en 1954.
Cuando los niños llegaron a la Escuela Primaria Blackwell, en Marfa, Texas, vieron un hoyo recién cavado en el patio.
Como contó Maggie Marquez años después, cuando entraron a clase “la maestra nos dio pedazos de papel y nos pidió que escribiéramos en ellos: ‘No hablaré español ni en la escuela ni durante el receso’”.
Después, la profesora dobló todos los papelitos y los metió en una caja de cigarros.
Lo que siguió fue una procesión al patio, la introducción de la caja de cigarros en el agujero recién cavado, que estaba junto a un asta en la que ondeaba la bandera estadounidense.
Y comenzó la ceremonia que llamaron: “El entierro del señor español”, Burial of Mr. Spanish.
Fuente: BBC