LIMA (AP) — La política opositora peruana Keiko Fujimori abandonó el lunes la cárcel donde estaba recluida luego que su defensa pidió excarcelarla por temor a posibles contagios con el nuevo coronavirus.
Los jueces decidieron el jueves ordenar su libertad al indicar que la fiscalía no pudo enjuiciar a la política peruana “en el menor tiempo posible”. No obstante, en su sentencia no mencionaron que la mujer de 44 años pueda ser vulnerable al nuevo coronavirus.
Fujimori estaba presa desde enero debido a que la fiscalía solicitó su prisión provisional por 15 meses mientras es investigada por sus presuntos nexos con la constructora brasileña Odebrecht.
La hija del también encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) se dirigió a su domicilio en una zona residencial de Lima luego de pagar 20.000 dólares. Los jueces ordenaron que cada mes visite la oficina de control biométrico para registrar su huella digital.
La abogada de Fujimori, Giulliana Loza, había solicitado su liberación debido a que la política podía contagiarse del nuevo coronavirus. Loza dijo semanas antes que Fujimori era hipertensa y sufría arritmia, pero esos argumentos no fueron mencionados en la sentencia.
La fiscalía, que investiga a Fujimori por lavado de activos, apeló su liberación. En enero el fiscal José Pérez mostró una lista de aportantes falsos a través de quienes Fujimori habría ocultado el dinero recibido de empresarios peruanos y de Odebrecht para sus campañas presidenciales de 2011 y 2016.
Los enredos judiciales diluyeron el enorme poder político que Keiko Fujimori alcanzó en 2016, año en que su partido -Fuerza Popular- obtuvo 73 sillas en el Parlamento unicameral de 130 congresistas. Su poder obstruyó la gestión del entonces mandatario Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), pero la aparición del caso Odebrecht y el trabajo de un grupo de fiscales la fue doblegando.
El temor al contagio con el virus es un argumento que varios reos poderosos e investigados en Perú por presunta corrupción ligada a Odebrecht han usado para pedir su libertad.
El nuevo coronavirus ha matado 30 presos e infectado a 645 en las cárceles locales. En los últimos días varios presos se han amotinado en diversas prisiones pidiendo mejores condiciones de salud. El lunes nueve reos murieron a tiros en una cárcel de Lima.
Las cárceles de Perú tienen un 138% de hacinamiento y el gobierno planea excarcelar a otros 13.000 reos, de ellos 3.000 son condenados y otros 10.000 no tienen sentencia.
El nuevo coronavirus ha provocado en el país un total de 42.534 infectados y 1.286 muertos. Perú es el segundo país de Latinoamérica con más contagiados después de Brasil.