Por: Lic. Manuel S. Pichardo A.

Antes del 1996 LEONEL era pensado. Algunos, como un diamante listo para asumir el liderazgo de la República. Otros, los menos, como su competencia que les impediría asumir cargos para los que no estaban preparados. Ni éticamente, ni mucho menos en las diferentes capacidades requeridas para ser el gobernante eficaz que necesita este Estado.

LEONEL estaba ahí, capacitado. Convirtiéndose poco a poco, en el sueño de todo dominicano. Es a partir de su primera Presidencia en el 1996, cuando el pueblo y todo el mundo, lo ven tal como es. Un ser especial nacido para gobernar. Un hombre preparado como ningún otro Líder, para dirigir los destinos nacionales. Maduro desde jovencito. Visionario como ninguno. Talento viviente que se ha convertido a través de los años en la única esperanza política nacional para sacar a nuestro maltratado País del atolladero económico y social en que lo dejaron los que se fueron; y que no saben resolver los que están.

LEONEL fue un sueño. Luego LEONEL fue una realidad. Tan grande realidad, que se ha convertido en un sentimiento nacional. Sentimiento que nos llena a todos de esperanza en un LÍDER que sabrá de nuevo conducirnos por caminos de armonía, prosperidad y lealtad a los principios nobles que deben conducir por siempre los destinos de todos.

Con LEONEL, a partir del 2024, la primavera volverá a florecer en abundancia. Y los frutos serán recogidos por todos los dominicanos y dominicanas.
E PAL 24 QUE VAMOS!!.