Miles de personas huyen del asalto israelí contra el centro de Gaza

 A pie o montados en carretas tiradas por burros cargadas con sus pertenencias, un río de personas llegó a Deir al-Balah, una ciudad que normalmente tiene una población de unos 75,000 habitantes. Se ha visto desbordada por varios cientos de miles de personas expulsadas del norte de Gaza cuando la región quedó reducida a escombros por los bombardeos de Israel.

Como los refugios de la ONU están abarrotados, los recién llegados instalaron tiendas de campaña en las aceras para pasar la fría noche de invierno. 

La mayoría se aglomeró en las calles que rodean el principal hospital de la ciudad, el Mártires de Al Aqsa, con la esperanza de que estuviera más a salvo de los ataques israelíes.

Pero ningún lugar es seguro en Gaza. La ofensiva israelí está hacinando a la mayor parte de la población en Deir al-Balah y Rafah, en el extremo sur del territorio, así como en una pequeña zona rural junto a la costa meridional. Estas zonas siguen sufriendo ataques israelíes que destruyen casas llenas de gente.

Israel ha dicho que es probable que su campaña en Gaza dure meses, y ha jurado desmantelar a Hamás en todo el territorio y evitar que se repita el ataque del 7 de octubre contra el sur de Israel. 

Benny Gantz, uno de los tres miembros del gabinete de guerra del país, dijo que los combates “se ampliarán, según las necesidades, a otros centros y frentes”.

Él y otros funcionarios israelíes también amenazaron con una acción militar más grande contra Hezbollah, en Líbano, aumentando los temores de una guerra total en ese frente.

Las dos partes han intercambiado disparos casi a diario a través de la frontera. 

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