Las autoridades de Sudáfrica confirmaron la muerte de 45 personas tras el conductor de un autobús perder el control en el puente de Mmamatlakala, en la provincia norteña de Limpopo.
Según medios locales, el único sobreviene es un niño de ocho años, quien recibe atenciones médicas.
El vehículo, supuestamente procedía de ese país para participar en unas reuniones religiosas por motivo de la Semana Santa en la ciudad sudafricana de Polokwane.
Al estrellarse, el autobús también se quemó, calcinando a muchos de los pasajeros.