Donald Trump llamó el sábado «discapacitada mental» a su rival demócrata Kamala Harris y dijo que los migrantes ilegales están sueltos para degollar estadounidenses en sus propias casas, al redoblar la retórica que él mismo califica de «oscura» y con la que intenta recuperar la presidencia de Estados Unidos.
Trump contrató a Harris luego de que la vicepresidenta visitara la frontera con México el viernes y prometiera hacer más para controlar los cruces de migrantes indocumentados y las peticiones de asilo.
El tema se considera una debilidad de Harris en las encuestas, que la muestran codo a codo con Trump de cara a las elecciones del 5 de noviembre.
En la localidad de Prairie du Chien, Wisconsin, Trump, de 78 años, culpó a Harris y al presidente Joe Biden de una «invasión» de criminales violentos.
El sentimiento antinmigración, presente en los mensajes de Trump desde 2016 y en áreas del país con población mayoritariamente blanca y deprimidas económicamente, se torna cada vez más extremo a medida que se acercan los comicios.
«Joe Biden se volvió un discapacitado mental. Kamala nació así. Y si lo piensas, sólo una persona discapacitada mental pudo permitir que esto le pasara a nuestro país», afirmó.
Mientras tanto, Harris asistió el sábado a una colecta de fondos en San Francisco, California, donde dijo que Trump usaba «el mismo libreto gastado» que el país ha «escuchado por años».
«Estas elecciones son sobre dos visiones muy diferentes para nuestro país», afirmó el exfiscal de California, de 59 años.
Trump por su parte describió un Estados Unidos bajo ataque, pese a cifras a la baja de cruces en la frontera y de un fuerte descenso de la delincuencia en general, en especial de los asesinatos, según el FBI.
«Entrarán en tu cocina y te cortarán la garganta», aseguró Trump al referirse a los migrantes ilegales.
Consciente de que su discurso no se parece a los de pasadas campañas presidenciales, preguntó: «¿No es este un discurso maravilloso e inspirador? Tengo gente sentada en la primera fila y dicen ‘Dios mío'».
«Este es un discurso oscuro», admitió el expresidente.
También afirmó sin pruebas que los migrantes ilegales a los que llama «animales» van a tomarse los empleos de los trabajadores sindicalizados.
Ellos «van a violar, saquear, robar y matar al pueblo de Estados Unidos de América», aseguró el republicano.’