“todavía no ha llegado lo peor con el coronavirus” exteriorizó el Dr. Cruz Jiminian

El médico Félix Antonio Cruz Jiminián grabó un video para agradecer a todos los sectores del país que se unieron en sus oraciones para pedir por su salud cuando ya los facultativos habían tirados la toalla y advirtió que “todavía no ha llegado lo peor con el coronavirus”.

Atribuyó su salvación a la oración que el país y otras naciones hicieron para que lograra superar el COVID-19, la que, asegura, se complicó con otros males, entre ellos un dengue clásico y una arritmia cardíaca.

Afirma que, además del coronavirus, vendrán otros virus peores que solo se controlarán cuando el hombre se ame el uno al otro y que eso fue lo que le dijo Dios en su sueño cuando estaba inconsciente por la enfermedad.

“Todavía no ha llegado lo peor, con el coronavirus, “vendrán otros más peores, solo se va a controlar cuando el hombre se ame el uno a otro. Eso fue lo que me dijo el señor, en mi sueño en el letargo”, aseguró.

Expone en el vídeo, en el que se le ve saludable y sentado, que la situación médica por la que pasó “no era compatible con la vida”.

“Yo tenía el COVID-19, tenía una neumonía con Staphylococcus, que eso es grave ya con COVID, hice una arritmia cardíaca, un dengue clásico y una hemorragia aureolar”, detalló.La razón por la que fue ingresado a la Plaza

En el vídeo Cruz Jiminián, quien duró varias semanas con ventilación artificial por su estado de gravedad, explicó las razones por las que fue ingresado a la Plaza de la Salud y no en su clínica de Cristo Rey.

Afirma que enfermó una semana antes de ser ingresado a la Plaza de la Salud y que, inconsciente, en su casa, se oponía a que lo llevaran a su clínica.

“Yo estaba inconsciente, querían internarme en la clínica, yo me opuse rotundamente pero yo no recuerdo nada, eso me dicen, yo no tengo consciencia, yo no sabía, yo me desubiqué, no recuerdo nada, nada”, indicó.

Sus parientes decidieron que fuera atendido en su hogar, pero que finalmente su esposa dijo que había que llevarlo a un centro donde él no tuviera autoridad.

Insistió que las oraciones de todos los dominicanos “pudieron más que la medicina”.

Agradeció “a los viejitos” de su sector, “al que vende la china allá en la clínica, al que vende los yaniques, al viejito de la Fundación”, a la prensa nacional, al señor presidente de la República”, y los demás sectores que se unieron para pedir al Todopoderoso por su salud.

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